Sacred Citadel es una idea repetida, vagamente ejecutada, pero que curiosamente logra entretener. No es el mejor en su género, ni tampoco es el peor, y aún mientras sé que estoy escribiendo esto que suena por demás negativo, recuerdo con cierta gracia las partidas entretenidas en multiplayer, o incluso algunos momentos entretenidos en el singleplayer. Este beat-’em-up ha descartado todo lo que tiene por descartar un juego y pretende darnos una experiencia sólida, cosa que logra por momentos, pero falla en ejecución total del título. Tras el corte, la explicación de por que podemos evitar este juego.

SACRED CITADEL

Para hacer rápida la explicación Sacred Citdael es un sidescroller beat-’em-up con algunos vestigios de plataformas. Ejemplos superiores hay cientos, y el más notable de esta generación es sin dudas Castle Crashers. Sacred Citdael está encaminado por ese lado, incluso la secuencia inicial tiene cierto olorcito a tributo, pero nada más se le parece. Uno es púlido, con clases interesantes que hacen adictivo el leveleo y la voluntad de rejugar todo, mientras que el otro hace que desde un inicio a otro ni siquiera nos importe las clases que seleccionemos.

Tenemos para elegir un arquero, un guerrero, un shaman o un mago. El problema principal del juego es que al momento en que las clases se diferencian lo más probable es que ya lo hayamos descartado al título, por otro. ¿Por que? Bien las cuatro clases usan dos armas de melee, sin importar la clase, y puede pegar igual de fuerte una que la otra ya que los stats de las armas generalmente están bloqueados por nivel, y no por restricciones de clase. Lo que cambia son las armas secundarias, el guerrero usara armas gigantes de dos manos, el arquero como podrán preveer un arco y flecha, mientras que el shaman y el mago usaran baculos, uno se especializará en magia elemental y el otro en un arte más arcana.

Dijimos que al inicio de esta review que el juego se descarta rápidamente de las cosas que no son esenciales a un videojuego y lo primero que hace es darnos una historia blanda, con personajes igual de monótonos, lo suficiente cómo para que ya en el segundo acto, si tenemos paciencia, salteemos todas las secciones de la historia, asi que volvamos al gameplay. Tendremos un botón para ataque normal, uno para el ataque secundario, uno para cubrirnos y uno para evadir. Lógicamente la combinación de varios de ellos hará combos. Al principio son mus simples. como correr para adelante, atacar y luego atacar con el DPad o el stick apuntando para arriba hará que lanzemos al enemigo en aire. Más adelante, y gracias a un sistema de leveleo obtendremos no sólo skill points, sino que nuevas habilidades, e incluso un poder especial. Acá esta la pimienta del juego. Jugarlo sólo es monotono y aburrido, pero con uno o dos aliados el juego cambia drásticamenete. Las hordas enemigas son incesantes, asi que la combinacion de clases agrega un condimento al juego. Cada nivel, dijimos, nos da un par de skillpoints que los podremos gastar en stats como hacer mas daño, mas defensa, o mas vida, entre otros atributos menos útiles.

Al matar un enemigo, no sólo dejan experiencia que será repartida en partes iguales entre todos los jugadores, sino que habrá chances de que deje algun arma principal o secundaria, y en el primer caso es problemático. Los drops son únicos y esto genera los problemas típicos en cualquier equipo. Las armas secundarias no hay problema por que se bloquean por clase y sólo puede haber una clase por jugador. Al margen, las estadisticas que acompañan al arma estarán codificadas por colores explicandonos rápidamente si nos beneficia en algo o no, cosa que agradezco por que siempre hay un jugador en tu equipo que decide aprenderse el menu de memoria antes de cambiar un arma, y en este estilo de juego, tener cierto ritmo y velocidad es esencial.

Gráficamente el juego presenta un estilo de animación muy clásico, y me refiero a no clásico en el género o la industria, sino a la animación en sí. Tanto el diseño de personajes, como de escenarios parece sacado de dibujos animados americanos de los 80, cosa que es muy agradable a la vista, pero quizas no para el género. Músicalmente, el juego se repite constantemente y las actuaciones (de voz) suenan a que fueron forzadas, admito haber sacado el audio del titulo muy rápido, me cansó.

Concluyendo, Sacred Citadel es un juego no muy interesante excepto para amantes del género o para aquellos que quieran entrar al género con algo simple, que es lo que lamentablemente el juego exuda, demasiada simplicidad toda junta. El puntaje parece alto, pero sepan que apesar de sus errores el juego es disfrutable en cooperativo, no sólo con amigos, sino con desconocidos tambien.

Plataforma utilizada para el analisis: PlayStation 3

 

 

TRAILER