A pesar de su enorme éxito en PC y su posterior influencia en la industria en general, Diablo 2 nunca se ha lanzado en ninguna consola. Aparte de una versión del original para PS1, la franquicia ignoro las consolas hasta 2012 con Diablo 3. La razón es muy sencilla: los dos juegos originales de Diablo se diseñaron originalmente para ser jugados con mouse y teclado y, para un juego de acción, es muy difícil pasar de eso a los controles de consola. Diablo 3 lo consiguió porque se hizo con ellos en mente, pero Diablo 2 no. Sin embargo, el desarrollador Vicarious Visions ha hecho un excelente trabajo, aunque con una curva de aprendizaje muy lenta.

A pesar de lo relativamente insignificante que pueda parecer para los jugadores de consola, Diablo es una de las pocas series que quedan tan influyentes que cualquier cosa similar a ella se denomina simplemente un clon de Diablo. Como podrás deducir por el hecho de que es la secuela y no el original lo que se ha rehecho, ese legado se debe principalmente a Diablo 2, que refinó y amplió la fórmula y sigue siendo considerado por muchos fans como la mejor entrada de la serie.

Diablo 2 no tiene una historia memorable, pero sí una atmósfera sombría muy característica, cuya suavización fue el origen de la mayoría de las críticas a Diablo 3. Otra queja era el funcionamiento de las clases, ya que Diablo 2 fomentaba la posibilidad de jugar varias veces con personajes completamente diferentes, e incluso las mismas clases podían acabar jugando de forma muy distinta según el equipamiento y las características de cada una.

Hoy en día esto parece menos único, pero la diferencia entre jugar como bárbaro y nigromante sigue siendo profunda, lo que resulta especialmente interesante cuando se forma equipo con otros en el modo multijugador. Sin duda, tras las justificadas críticas a Warcraft 3: Reforged, Blizzard se ha esforzado por garantizar que este remake sea lo más respetuoso posible, hasta el punto de que puedes cambiar entre el modo original y el moderno con sólo pulsar un botón. Incluso en consola, la versión original de PC se ha reproducido lo más fielmente posible, incluyendo una resolución más baja y la posibilidad de jugar como si la expansión Lord Of Destruction no estuviera presente.

Los nuevos gráficos tienen un estilo muy similar a los originales, con un claro intento de hacerse eco de las limitadas animaciones y detalles de la versión de 2000. Algunos pueden resentirse por el hecho de que el juego se abstenga de utilizar toda la potencia de los formatos modernos, pero en lugar de limitarse a complacer a la nostalgia, da al juego un estilo propio.

Para bien o para mal, Diablo 2: Resurrected utiliza exactamente el mismo diseño que el original y no trata de añadir nada más que nuevos gráficos y algunos ajustes de control e interfaz. Pero eso no es una crítica, y siempre que no esperes nada nuevo, este es el remake más perfecto que puedas imaginar. Es mejor que juegues a la versión de PC si puedes, aunque sólo sea por los mods, pero como explicación de la actual popularidad de Diablo, Resurrected deja muy claro por qué el juego sigue siendo tan querido.

Nota: se ha testeado en version PC provisto por el PR del publisher y en Consola provista por nosotros mismo