No hay una manera fácil de resumir Fallen Legion de manera sucinta. Como jugador, asumes el papel de uno de los dos aspirantes al trono recientemente vacante de un imperio en descomposición, una posición que ninguno de los dos había deseado previamente. El juego consiste en mover tu ejército por un mapa, deteniéndote en los nodos del camino para participar en la batalla o recibir tramas.

Ambos pretendientes, Cecille, la hija del difunto emperador, y Laendur, uno de sus mejores generales, han entrado en posesión del poder de invocar el “ideal platónico” de las armas. Para luchar por su nuevo amo, estas armas adoptan la forma de héroes muertos, llamados Ejemplares. Para hacerlo en la batalla, tienes que seleccionar tres unidades de este tipo y dirigirlas en una serie de combates. El aspirante a emperador y su retenue recorren una sala, deteniéndose periódicamente para enfrentarse a los enemigos o para responder a preguntas morales.

Cada pregunta ofrece tres opciones, como un espía capturado o una división desleal. Mientras dure el combate, estas elecciones afectarán a algunas de las estadísticas de los miembros de tu grupo. Los “emperadores” también tienen opciones más amplias, como tomar partido en los conflictos dentro de su ejército o involucrarse en la política del imperioComo resultado de estas elecciones, la trama puede ramificarse, los personajes secundarios pueden jugar un papel más destacado en la trama y las circunstancias de la batalla pueden cambiar.

La mayor parte del tiempo es posible arreglárselas machacando los botones asignados a cada uno de los tres miembros del grupo a medida que se llenan sus respectivos contadores, pero hay varias capas de complejidad. Tanto si se trata de Zulfiqar, el corpulento caballero, como de Winchester, la menuda fusilera, cada clase tiene una especialidad. La combinación de los puntos fuertes de tres personajes se puede conseguir combinándolos y ordenándolos de la manera adecuada.

Los propios Ejemplares crecen, pero no a través del proceso normal de subida de nivel de un juego de rol. Según las decisiones que tomes durante la batalla, desbloquean modificadores de estadísticas y evolucionan hacia nuevas clases. A medida que el juego avanza, se hacen más fuertes, pero no es una línea recta. Es necesario evaluar cómo ha afectado un cambio al rendimiento óptimo, si ha sido detenido o repentino.

Fallen Legion cuenta su historia de forma atractiva. Hay lore e historia en este mundo. A pesar de la sensación de que podría ser la última guerra sobre este imperio ahora en ruinas, ésta no es la primera guerra sobre él. Ha habido un flujo constante de informes sobre las acciones de facciones menores y aspirantes a políticos. Comencé mi andadura en este mundo eligiendo la campaña del antaño confiado, afable y muy querido Legatus Leandur. Aunque fue reclutado a regañadientes en una campaña por el trono por su hermano y un leal subordinado, el estrés de la guerra desbarata su moralidad y su confianza. Cada vez desconfía más de sus aliados, convirtiendo lo que parecía un gobierno por aclamación en una lucha por la supervivencia.

Recorren un mundo en 2D con buenos sprites, aunque las animaciones de ataque a veces parecen marionetas de papel. Hay demasiadas secuencias de la historia que utilizan el mismo fondo incluso cuando no es apropiado

Este juego tiene un gran trabajo de sonido. La música es fantástica. Hay una banda sonora relativamente pequeña, pero variada, que ambienta cada secuencia del juego. El tema de la batalla contra el jefe, “Blood and Roses”, explota con una instrumentación bombástica, partes que cambian rápidamente y cambios dinámicos de tempo yTiene una variedad de bandas sonoras que van desde el tono triunfante hasta el sombrío de una canción como “Rain”. Los efectos sonoros son muy eficaces a la hora de marcar el ritmo durante la batalla, especialmente si los efectos visuales del juego no se muestran correctamente. Hay algunos casos de actuación de voz que no funcionan; hay intentos de acentos que no funcionan, pero no hay mucho doblaje narrativo, así que no es un problema importante.

Podría parecer que Fallen Legion Revenants está ambientado en un mundo fantástico y mágico si te dijera que se desarrolla principalmente en un castillo flotante y que está protagonizado por una mujer antaño poderosa que sigue viviendo su espíritu incluso después de la muerte y por un hombre con conocimientos políticos que pretende derrocar a un gobernante tirano. Es una suposición razonable, y tendrías razón a medias. En efecto, hay algo mágico en ello. Como ya sabrás, este juego está ambientado en un mundo inmerso en la corrupción -tanto física como metafórica- en el que nadie puede estar realmente protegido, salvo huyendo de la propia tierra buscando refugio en el castillo flotante de Welkin. Aunque el castillo esté libre de impurezas físicas, es tan moralmente corrupto como cualquier otro lugar. La mencionada dama fantasma y el caballero político no fantasma, Rowena y Lucian, pretenden acabar con esa corrupción de una vez por todas.

La historia de Fallen Legion Revenant es bastante intrigante. Es impresionante lo bien que integra la política y el combate entre sus dos protagonistas. No puedes construir una historia basándote únicamente en estas habilidades. Asegúrate de que tu historia también está bien desarrollada. La narrativa debe ser suministrada a tus jugadores en cantidades apropiadas y luego debes darles el tiempo necesario para digerir lo que acaban de presenciar. Este no es el caso de este juego. ¿Cómo funciona? La historia no parecía tener sentido para mí; fui incapaz de seguirla.

Fallen Legion Revenants es bastante difícil en general, y eso está bien. Me gustan los buenos retos. Lo que no aprecio son los ridículos picos de dificultad que te lanza este juego. Por suerte, ya deberíamos estar acostumbrados por haber jugado al primero. La cantidad de dificultad que tuve al derrotar al primer jefe comparada con la del segundo es tremendamente inapropiada. Entiendo que este juego no es terriblemente largo y que, por ello, no tiene el ocio de ir aumentando poco a poco la dificultad, pero no puedo decir que me guste que un juego te dé una bofetada en la cara y espere que tú mismo recojas las piezas de forma tan descarada como lo ha hecho este. No es imposible, pero mentiría si dijera que no es frustrante.

Entre sus preciosas ilustraciones dibujadas a mano, su actuación de voz estelar y su sistema de combate único, es obvio que se ha puesto mucho amor en la creación de Fallen Legion Revenants, y eso es algo que me gusta ver. Aunque hay algunos defectos desafortunados que se presentan con demasiada facilidad para que los ignore, no creo que eso lo convierta en un mal juego. Un juego de nicho, sí, pero no uno malo. El primer juego es definitivamente mejor en muchas áreas, donde el segundo es mecánicamente más fuerte. Ojalá pudiéramos tener lo mejor de los dos mundos.